GRUPO N° 5  
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DURANTE Y DESPUÉS DEL EMBARAZO

 
La llegada de un bebé conmociona a la familia. Su estado de indefensión hace que requieran de nuestro más firme cuidado. A pesar del cambio que experimentan con los años mantienen un rasgo distintivo: su mundo de fantasía. La infancia es una etapa de descubrimientos, de frescura y de ingenuidad, donde todo es posible. 
La adolescencia, por su parte, es la etapa del despertar, y es tan importante como los primeros días de vida.  
El embarazo es el estado fisiológico en el que uno o más óvulos han sido fecundados. Se inicia con la fecundación y termina con el parto. Generalmente tiene una duración de 280 días (40 semanas), contados a partir del 14° día después de la última menstruación. 
Una vez que el bebé entra en contacto con el ambiente que lo rodea, requiere de cuidados específicos, tanto alimenticios como saludables. Pero… ¿qué debe comer un bebé a los dos meses?¿Y al año?¿Por qué es importante prestar especial atención a la alimentación del bebé? 
Una nutrición inadecuada prepara el terreno para la evolución de enfermedades, como la diarrea infantil, el raquitismo (falta de hierro) y trastornos en el aprendizaje. 
La leche materna es el alimento básico del recién nacido, y debe ser el único-siempre que sea posible- durante los primeros cuatro meses, por lo menos. Ésta es el alimento mejor balanceado que cuenta con todas las sustancias indispensables y con los anticuerpos necesarios para defender al bebé de enfermedades. Además, no tiene costo y determina la relación madre-hijo. 
Cuando el bebé nace, las mamas secretan calostro, una sustancia rica en proteínas de color amarillento cremoso y espesa. A los pocos días, debido a cambios hormonales “baja” la leche (el reflejo de succión estimula la bajada de leche) y los pechos se inflaman y endurecen porque aumenta la irrigación sanguínea. Comparada con el calostro, la leche contiene más azúcares y grasas y menos proteínas. 
Uno de los cambios fundamentales que se producen en la alimentación del bebé es la incorporación de alimentos semisólidos o sólidos. No se aconseja administrarlos antes de los tres meses de edad, porque sus sistemas enzimáticos y sus mecanismos de defensa se encuentran todavía inmaduros. Los alimentos deben tener escasa proporción de sodio, de modo que esto provocaría micciones (expulsión de la orina) frecuentes y podría deshidratarse. Tampoco se les debe dar alimentos muy azucarados ya que se los condiciona a consumir dulces. 
Los bebés necesitan tiempo para acostumbrarse a nuevos alimentos y a distintos sabores. Los adultos, por su parte, deben tener mucha paciencia, ya que al principio suelen rechazar la comida o jugar con ella.